Alexandria

Fundada por el famoso Alejandro el Grande, centro neurálgico del helenismo y capital de Egipto durante casi 1.000 años. Este es el currículum de Alejandría, una ciudad que por su pasado debería poseer algunos de los restos arqueológicos más imponentes de Egipto y que, sin embargo, brillan por su ausencia. ¿El motivo? Se destruyó, se incendió, se inundó, se construyó encima y se perdió... Y en algunos casos, aún se busca, como es el caso de la tumba de Marco Antonio y Cleopatra, que se cree debe estar sumergida en algún lugar del litoral de Alejandría.

Si bien la suerte no ha jugado de parte de Alejandría en cuanto a su herencia histórica, si que juega de tu parte si buscas un lugar interesante y sin agobios. Situada más al Norte del Cairo, Alejandría coge a contra corriente (o a favor en este caso!) a la mayoría de viajeros que prefieren remontar el Nilo hacia el corazón de África en busca de aventuras.

Entre muchas otras cosas, Alejandría destaca por la fortaleza de Qaitbay (en la foto), situada junto al mar, así como por la refundada y moderna biblioteca de Alejandría, en lo que pretende ser una réplica de la que en su día se quemó dejando a medio mundo en la oscuridad.

La localidad posee un ambiente relajado, casual, un clima más suave al estar situada en el Mediterráneo y unos habitantes muy agradables que viven una vida relativamente moderna y que se interesarán por ti de una forma más auténtica que en otras partes donde eres un Euro con patas. Es también uno de los mejores lugares de Egipto para probar la buena comida, en concreto si te gusta el pescado y marisco local.