Majī

La pequeña población de Maji son apenas un par de calles principales y alguna más adyacente. Su situación geográfica, junto a los vecinas aldeas de Tum y de Kibish, alejadas de las otras poblaciones de la zona del Omo y al otro lado del río con un acceso más complejo, la convierten en uno de los lugares menos visitados por los viajeros en busca de experiencias tribales.

Esto significa que las tribus de los Suri, del grupo de los Surma, son posiblemente una de las más auténticas que pueden conseguirse en Etiopía, alejado de la mayoría de tours guiados y de los poblados sobreexplotados de los Turmi y otros grupos étnicos, que a regañadientes aceptan la visita de turistas a cambio del dinero que necesitan.

No por ello esto significa que todo sea fácil y auténtico, pues también esta región recibe su pequeña dosis de turismo y si vas en un tour es probable que exista un precio por fotografía (casi mejor no llevar cámara y problema resuelto!), pero si haces bien tu trabajo puedes encontrar experiencias fuera de lo convencional, alejadas del turismo de masas, con tribus que quizás lleguen a estar igual de interesadas en ti que tú en ellas, lo que para Etiopía ya es un nivel casi inalcanzable.

En el área también se encuentra la etnia de los Dizi, en los últimos años fuertemente enemistados con los Suri debido, como de costumbre, a intromisiones de empresas internacionales en terreno de ambos, aunque los Sábados puedes ver a ambas etnias en el mercado local de Maji.