Omdurman

Omdurman puede que no destaque mucho por otras cosas, eclipsado por su proximidad y prácticamente confluencia con la capital Khartoum. Pero en lo que nadie puede rivalizar es en poseer uno de los más impresionantes espectáculos del mundo todos y cada uno de los viernes del año, cuando los sufíes realizan sus danzas ante la mezquita de Hamid el-Nil en un acto que proyecta una de las imágenes más positivas del Islam.

El sufismo es una especie de dimensión mística del Islam, algo similar a los Sadhus hindúes o a los cristianos místicos, donde las prácticas y creencias van más allá de los límites "oficiales" de la religión. Y en este caso el camino más directo para llegar a Dios para los sufistas es cantando, bailando y tocando instrumentos y se aplican con esmero todos los Viernes en Omdurman en un baile que va ganando en intensidad hasta que se convierte en una especie de trance en el que entran en comunicación con Alá y limpian sus almas de demonios.

Más allá de este ritual tan interesante, que muchas veces condiciona la organización de las rutas a través de Sudán para poder coincidir con su celebración, Omdurman posee un precioso mercado en el que puedes perderte durante horas y algún que otro rincón donde puedes perderte en la magia de sus calles.